A pocos kilómetros de Milán y del recinto ferial, cerca de la estación de trenes de Santo Stefano Ticino, se encuentra Corbetta.
El B&B Bosinada está ubicado en el corazón del pintoresco pueblo, rodeado de campos que forman parte del parque agrícola del sur de Milán. Este territorio sorprendentemente exuberante está atravesado por el Naviglio Grande y hábilmente regado por canales y acequias, que se extienden hasta el valle del Ticino (Reserva de la Biosfera de la UNESCO). Aquí, la llanura se transforma en colinas y finalmente en montañas.
Las habitaciones dedicadas al "bed and breakfast" se encuentran en el antiguo patio "del torchio" y forman parte de Casa Pisani Dossi. Su historia se remonta al siglo XV, cuando fueron construidas por Ambrogio Varese da Rosate, astrólogo y confidente de Ludovico el Moro. A lo largo de los siglos, los terrenos y los edificios fueron divididos, lo que dificulta rastrear su historia.
En el siglo XIX, Francesco Mussi adquirió todo el complejo de varios propietarios y lo dejó en herencia a su amada sobrina Carlotta (Borsani), esposa del bisabuelo, el escritor Carlo Dossi, quien lo restauró con amor. Bosinada es un lugar especial, inmerso en un espacio más amplio lleno de vistas encantadoras e inusuales, donde uno puede sorprenderse experimentando una sensación de tiempo "suspendido", un lugar para perderse o encontrarse.
En la sala dedicada al desayuno de los huéspedes, que cuidamos con especial atención en una gran mesa de sastrería, encontrarán cómodos sillones donde sentarse en los días fríos para meditar, leer o conversar, calentados por el calor de la chimenea (como describió Carlo Dossi en sus "Notas azules", una obra interesante de leer, similar a un Zibaldone leopardiano). Durante las estaciones más cálidas, podrán moverse al exterior y sentarse en la terraza para admirar la puesta de sol detrás de los frondosos tilos.
En el amplio y exuberante jardín, podrán relajarse a la sombra del emparrado o tenderse al sol, respirando el aroma de las rosas en flor. Podrán observar la vida alrededor de la fuente de piedra, con los mirlos posándose en el borde, atraídos por el agua, mientras los peces asustados se deslizan rápidamente para esconderse entre las hojas y las flores de nenúfar.