El apartamento es nuevo y muy limpio. Cada detalle está cuidado, incluso en el exterior, un pequeño patio con dos cómodas tumbonas y una carpa. Por la mañana había dulces, chocolates, agua y la posibilidad de preparar café o té. En la cocina encontrarás mapas de la ciudad y todo tipo de información. Dos televisores tanto en el dormitorio como en la cocina-salón, lavadora, secadora, plancha y secador de pelo. En la ducha, tres dispensadores. Flores y espejos adornan todo. El teleférico y la estación se podían llegar a pie, aunque con una larga caminata. La anfitriona Daniela es muy servicial para cualquier necesidad. Se percibe que comenzó esta actividad con entusiasmo y logró sorprenderme por la acogida y la profesionalidad.