¡Una estancia inolvidable! La acogida de Ruggero y Emanuela fue cálida y sincera. Su disponibilidad superó nuestras expectativas, desde las bicicletas a disposición hasta los valiosos consejos sobre la ciudad. La suite era una joya, decorada con gusto y dotada de todas las comodidades. La limpieza fue impecable. El desayuno fue abundante, variado y delicioso, con una mención especial para el pastel tierno, simplemente divino. Volveremos con gusto.