En primer lugar, el anfitrión Dino es muy amable, muy simpático y siempre está disponible, pero nunca es intrusivo. La estructura presenta el encanto de una casa histórica y el apartamento está equipado con todo lo necesario; si falta algo, basta con llamar a Dino. Un rasgo destacado es, sin duda, la piscina, accesible incluso por la noche gracias al sistema de iluminación. La ubicación es tranquila, pero en 20 minutos en coche se puede llegar a las acogedoras playas de Cupra Marittima. En general, unas vacaciones agradables. Muy recomendable.